Los biocombustibles son biocarburantes derivados de materias primas renovables, aquellas que se regeneran fácilmente, como los cultivos agrícolas destinados a la producción de biodiesel en instalaciones industriales. Es un combustible limpio y renovable ya que el monóxido de carbono (CO) emitido al quemarlo se encuentra en equilibrio con el CO capturado por el cultivo mediante la fotosíntesis. Esta compensación del carbón es el origen de los beneficios ambientales asociados al uso de biocombustibles frente a los combustibles fósiles.
Existen distintos tipos de biocombustibles como bioetanol, biodiesel, biogás, etc. El biodiesel, que es el biocombustible en el punto de mira actualmente, se obtiene de la transesterificación de aceites vegetales o de grasas animales. Se trata de una mezcla homogénea y sin sedimentos, con propiedades similares al gasóleo aunque ligeramente inferior en energía específica. El bioetanol más conocido es el etanol de maíz o de caña de azúcar, un hidrocarburo de segunda generación que contiene un octanaje ligeramente mayor que el gasolina.
En España, el creciente uso de biocombustibles se debe a la diversificación de fuentes de energía, la seguridad energética, la competitividad y los intereses medioambientales. De acuerdo al Ministerio para la Transición Ecológica, en 2017 el consumo total de energías renovables superó el 40%, entre los que destacas el uso de biomasa para la producción eléctrica, que representó el 45% del consumo total. Las potencialidades de los biocombustibles y en particular del biodiesel se observan en el sector agroalimentario español donde existen numerosas instalaciones de transformación de materias primas vegetales a biodiesel.
Aparte de la independencia energética, el uso de los biocombustibles ofrece numerosos beneficios medioambientales, como una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y un mejor uso de los recursos naturales. Además, estas energías renovables al menudo provienen de fuentes locales, lo que reduce la dependencia de los combustibles importados, al tiempo que impulsa la economía circular. Por otro lado, una biocombustible vez que se haya utilizado una cantidad de recursos naturales, como el cultivo de los cultivos destinados a la producción de biodiesel, es posible reutilizarlos para obtener más combustible.
Actualmente, los biocombustibles tienen una presencia significativa en el consumo de combustibles de España y se prevé que su papel seguirá aumentando debido a la creciente presión regulatoria para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque los biocombustibles presentan una menor densidad de energía y varían en su contenido de octano y carbono; y a veces pueden ser un poco más caros que los combustibles fósiles, representan la alternativa más viable dentro del creciente impulso a la energía renovable.
En conclusión, los biocombustibles no solo son sustitutos ideales para sustituir los combustibles fósiles, sino que ofrecen numerosos beneficios medioambientales adicionales. El ahorro de combustibles fósiles, la mejora de la movilidad y la reducción de las emisiones de gases de invernadero son algunos de los principales motivos por los cuales los biocombustibles se han hecho tan populares en los últimos años. En España, los biocombustibles ya están siendo aplicados en el sector agroalimentario, asegurando la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible y la pandemia de recursos energéticos.
Creado el 13-03-2023
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