Cada vez son más las familias que se ven en la necesidad de usar un coche para sus desplazamientos. La motivación generalmente viene dada por la comodidad, rapidez y sobre todo, por la baja exposición a contagios pandémicos. No obstante, el combustible no es barato y el incremento en su precio resulta ser un gasto altamente sensible para los hogares.
En estos momentos, el gobierno ofrece diversas ayudas para mantener el presupuesto familiar bajo control. Estas medidas van desde recortes en el impuesto de combustible hasta bonificaciones en los precios a la hora de repostar. Si bien, puede resultar complicado conocer qué alternativas disponibles hay para beneficiarse de estas ayudas.
Las ayudas para los carburantes cuentan con dos acepciones distintas:
En principio, todos los usuarios que hemos de recurrir al uso de un vehículo propio podremos acceder a cualquiera de estas ayudas. Esto siempre y cuando cumplamos los requisitos que dictan la normativa para poder aprovecharlas; debiendo contar también con algunos registros previos dependientes de experiencia de conducción, antigüedad del vehículo o particularidades referentes a la persona.
La forma más directa y sencilla de obtener noticia de la existencia de ayudas relacionadas con el combustible es informarse a través de la propia gasolinera. Normalmente, el personal encargado de la captación de combustible es experto en asesorar cada vez que se reposte sobre lo que se puede aplicar respecto a los precios por consumir.
Si prefieres buscar opciones desde tu propia casa, puedes emplear la web del Ministerio de Industria, Energía y Turismo para informarte de la normativa que cubre la modificación del precio por litro de carburante en virtud a las peticiones de las empresas distribuidoras. En este sentido, el citado departamento es el único encargado de establecer los límites destinados a estas exenciones.
Poseer auto siempre ha sido un bien, elevando considerables las condiciones de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, el combustible deja de ser parte de un lujo para convertirse en una necesidad. Por ello, es importante tener conocimiento de los beneficios gubernamentales destinados en gran parte a estas ayudas. Estos consideran:
Ante todo esto, hay que recordar que las ayudas de carburante benefician directamente a las familias, reduce el impacto en el bolsillo provocado por el precio de los combustibles y mejora la calidad de vida de los usuarios.
Artículo escrito por Javier Perea García, experto en recursos digitales para empresas.
Creado el 27-06-2023
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